Esteve García Antoñana, octubre 2008
Acompañados en varios momentos por la lluvia, 29 adultos y 2 niñas de 9/10 años, nos encontramos a las 10 de la mañana, aproximadamente, en la puerta del MEV (Museu Episcopal de Vic).
Damos las gracias al museo por la deferencia que tuvieron con AdR de facilitarnos la entrada gratuíta.
La visita a la exposición "El cel pintat. El Baldaquí de Tost" (El cielo pintado. El Baldaquín de Tost, para mi baldaquino), fue muy interesante, Judith Verdager, responsable de restauración del museo, nos explicó estupendamente todo lo referente a dicha exposición. Incluso una de las 2 niñas se atrevió a hacer una pregunta sobre uno de los animales fantásticos del baldaquino, la Grylla.
Después el flamante nuevo conservador del museo, Marc Sureda, antiguo conocido nuestro de cuando estaba en el museo de la Catedral de Girona, nos hizo una descripción del museo y de gran parte de las obras románicas que contiene. Poco más de las 13:00 horas se acabó la visita, pasamos del resto de salas.
El garbeo por Vic fue remojado, cada uno por su cuenta, y nos volvimos a encontrar todos en el restaurante l'Arumí de Sta. Eugènia de Berga.
El organizador dio instrucciones de cómo llegar, de oído pues no lo había podido preparar con antelación, y el único que se perdió, dió más vueltas que un tonto, y llegó el último, fue él, pero llegó.
Comimos de maravilla y sobre las 17:00 horas, nos encontramos en la puerta de la iglesia parroquial del pueblo con mosén Manel que nos explicó todo lo que sabía de su iglesia y más, incluso nos dejó subir al tejado. Las niñas disfrutaron un montón subiendo al tejado (los demás también).
Tras la interesante visita, volvimos a los coches y cada uno se fue hacia su casa satisfecho de la jornada.
Recuerdo a los asistentes que no eran AdR que a la tercera vea que vengan sin haberse hecho socios, pagarán la comida de todos. Coñas aparte, una de las cosas más gratificantes fue la asistencia de 8 personas nuevas (socios y amigos) y 6 que era la segunda vez. Eso demuestra que la asociación está viva.
Hasta la próxima. Esteve
Nota: A Nic Roma no le dejé venir esta vez, que me quita protagonismo. Esther vino, como no, pero no le he dejado que me censure la crónica.
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